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lunes, 31 de enero de 2011

Ya no me acordaba...

Ya no me acordaba de que el mundo giraba aunque no lo hiciese yo, aunque mi cabeza siguiese anclada en un pensamiento.

Y por fin me vino un soplo de viento frío, una desesperanza típica en mi vida y unas ganas de abrazar cualquier muro, y por miedo o por despecho me quedo quieto y anclado, enraizándome en el suelo como un árbol que crece inerte, coleccionando arrugas en su tronco y muere cada Otoño pa revivir en cada Primavera. Ya lo tengo claro, vivo en un continuo habitáculo, que es mi cabeza, con una idea fija, pero ya es hora de cambiar muchas cosas.

¿Quién lee estas mierdas?

¿Cuántas cosas habré olvidado a lo largo de mi vida?¿Cuántas recordaré? Y eso me entristece, me apena saber que hay cosas que me hacían feliz, experiencias, que se me olvidarán para siempre, buenos momentos, malos momentos. ¿Qué hice mal?¿Qué hice bien? Es lo de menos. Si sólo miro hacia delante, si me muevo por suposiciones, espero no cagarla más de la misma forma, aprender a detener mis pasos y torcerme si me equivoco, pero entonces ¿Qué necesitaría?¿Me equivocaría por hacer algo que creo que está bien? Tantas preguntas y muy pocas respuestas... Pienso, y pensar mata, me desgasta y amontona conflictos en mi cabeza, aumenta mi asiedad y envejezco cada vez que pienso. Ya no sé si lo que pienso está mal o si está bien, ya no sé si seguir pensando mal o pensar positividad.

Piensa mal y acertarás.

Piensa y te equivocarás.

viernes, 7 de enero de 2011

Ayer

Después de un tiempo sin pasarme por aquí, vuelvo para traeros un nuevo escrito, que habla sobre el ayer, qué seríamos si no hubiésemos vivido ayer, si no hubiésemos tenido experiencia en los fracasos... Yo por mi parte cansado de caerme, y siempre con la misma piedra, harto de levantarme pa caer siempre en lo mismo. Sé que muchos me entenderéis, sé que otros lo habréis experimentado y sé que otros no sabréis de qué os hablo, pues del ayer, ya lo dice el título, del ayer y sus fracasos, de las lecciones que nos da un pasado con mil fallos y el miedo que experimento cuando miro al abismo del futuro incierto.


Ayer,
al final es ayer
todo lo que importa,
preferiría no saber
las historias del ayer,
no dejaré que me coja
otra vez por sorpresa,
como me pasó ayer,
como me contaste aquella vez,
rompiendo lo que hay sobre la mesa
para no pensar en el ayer,
que al final es ayer
todo lo que importa,
y prefiero pararme a pensar
antes que ponerme a cantar
para ti, para mí y para el ayer
una puta vez más.

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Sigo llorando sobre el ayer,
regándolo, pa que no muera,
si muere, ya no sabría qué hacer,
y ya no sabría lo que me espera.

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El ayer...

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¿Qué seríamos sin el ayer?
¿Qué pensaríamos ayer?
¿Qué sería del futuro
si no atendemos al ayer?